sábado, 17 de julio de 2010

TANGO REHABILITADOR


Ser feliz es tan fácil como querer serlo, aunque tengamos que pasar por las tristes batallas contra la discriminación, falta de sensibilización,

o la insuficiente atención en la rehabilitación de las personas en situación de discapacidad.

Muestra de ello es la gran motivación con la que se llega a contemplar la idea de ser algún día capaz de bailar el tango que sin duda genera a todo aquel que se acerca a su mágica expresión, un fuerte deseo por traspasar Cualquier barrera, una necesidad constante de acariciar cada melodía con el sentimiento mas intimo y el placer de ver reflejado en cada paso toda una historia de vida. Y todo porque la danza Tango, esta llena de virtudes educativas, recreativas, socializantes y culturales.

Por este motivo hoy quiero participar a todos aquellas personas que se animaron a leer estas líneas, un poco de mi hermoso matrimonio con el tango y su despliegue de posibilidades, pues desde que conocí esta maravillosa manera de vivir he dedicado un buen tiempo a observar la inevitable cualidad curativa de esta compleja danza en cada uno de los que la practican. Y siempre vuelvo a la misma conclusión, al ver que no soy la única que goza de las bondades de este bello baile y por eso es preciso describir algo de lo que conozco y a lo que he llamado “el tango rehabilitador”

Pues gracias a Dios he tenido la oportunidad de utilizarlo como herramienta para descubrir mis verdaderas barreras físicas y sobre todo actitudinales convirtiendo este duro proceso en una gran experiencia para compartir.

Diversos estudios realizados por médicos, psicólogos, deportólogos y artistas arrojan la incidencia que tiene el bailar tango en la salud.

Desde el punto de vista físico, se puede considerar como un deporte que armoniza el cuerpo, oxigena el aparato respiratorio y aumenta la capacidad pulmonar al igual que el aparato circulatorio y el corazón funcionan mejor.

Otras investigaciones neurobiológicas han demostrado que el ritmo produce un aumento de la actividad electro encefálica en el área de la corteza motora de una persona y la psiconeuroinmunologia ha demostrado como se transforman las emociones en sustancias químicas que influyen en el sistema inmunitario y otros mecanismos de curación del cuerpo.

Otros beneficios que se derivan de la práctica del tango son el aumento de la capacidad aeróbica y del tono muscular general, la flexibilidad y la expresión corporal. Esta danza aporta enormemente a prevenir enfermedades cardiacas, a mejorar la motricidad y el equilibrio.

Hasta aquí solo se han nombrado algunos de los beneficios que trae consigo el bailar tango, pero no se puede dejar de nombrar el efecto terapéutico, sanador y hasta rehabilitador de esta danza.

El tango desarrolla capacidades personales, como la concentración, la improvisación, la sensibilidad, la creatividad, la capacidad de reacción y la relación social. También ayuda a desarrollar aspectos comunicativos como son el interés y la entrega, la responsabilidad, la confianza propia y en los demás, la motivación y capacidad de disfrute, la actitud activa, los criterios propios y la valoración constructiva de los demás.

Esta danza ayuda a desarrollar la expresión personal del mundo interno, la capacidad de reflejo y reacción a diversos impulsos y estímulos, la capacidad de concretar una idea, la creación propia, la coordinación y la precisión.

La persona que baila tango aprende, disfruta, se esfuerza, reconoce, entiende y se entrega al otro. Aprovechando así los beneficios psicoemocionales propios de la danza.

Teniendo en cuenta que estar en situación de discapacidad, en mi caso visual ya es una condición física diferente, es preciso decir que para que el tango sea rehabilitador quienes lo enseñan deben conocer la situación especial de cada uno de sus alumnos, y mas aun si se presenta discapacidad pues cada caso es particular; y la necesidad de enfrentarse, superarse o rehabilitarse esta presente en cada instante de la vida porque así lo exigen algunos medios a los que pertenecemos que confrontan, excluyen o sencillamente ignoran que tanto somos capaces de hacer.

POR Janeth Cristina Villegas Angel
En la foto: Ariel Alarcon: Bailarin Y Janeth C villegas: Directora fundacion A MEDIA LUZ